TSH Sudaca es uno de los raperos bogotanos más interesantes del momento. En 2017 destacábamos nuestra fascinación por su arte con el lanzamiento de Equilátero, un disco emocionante que logra concatenar toda una serie de referentes espirituales y personales dentro del enorme universo del hip hop, creando un documento duradero de lo alto a lo que aspira la poesía rítmica de los creadores nacionales. Desde entonces le hemos seguido la pista a una carrera que no deja de crecer y cosechar éxitos, todo debido al esfuerzo constante del MC de mirada esmeralda quien, con un arsenal de rimas inteligentes y dinámicas, ha logrado hacerse un espacio propio desde la independencia.
Desde hace algún tiempo TSH Sudaca ha venido trabajando con un equipo imponente de seis músicos a quienes ha bautizado el Hábitat Ideal. Lo cierto es que el locus amoenus de este rapsoda es sobre las tablas y por ello la paz la encuentra cantando en vivo. Con una mezcla de rap, soul, jazz y mucho funk, la banda liderada por el Sudaca logra una puesta en escena como pocas en el contexto urbano nacional. No es el fácil lugar común al que apelan “raperos” con mayor difusión, sino un tejido orgánico y bien hecho que no busca el lenguaje del algoritmo o la maquinaria para lograr el éxito. En cambio, la banda materializa algo más puro, real y tangible: el sentimiento. Dicho de otro modo, el ver a TSH Sudaca junto a su Hábitat ideal es una experiencia que raya en lo espiritual, no en la visión solemne del oscuro catolicismo sino el ritual del baile de la herencia afro de los primeros pobladores de la tierra. En ese sentido, no tenía mucho sentido volver a componer de la misma forma y por ello el rapero ha venido preparando desde hace algún tiempo un álbum en compañía de sus músicos en el que reversiona antiguos temas y sobre el que plantea nuevas canciones dormidas que ahora despiertan. “Himno Hábitat” es el cuarto sencillo de este viaje.
El sencillo abre con una línea de bajo sobre la que el rapero empieza a regarse con elegancia y desparpajo. En una interesante celebración lírica, TSH Sudaca celebra las varias influencias de su proyecto, desde el P-Funk de George Clinton y la salsa con guaguancó de Mon Rivera y su orquesta. Con una base rítmica plena de funk que se complementa poderosamente con el saxofón de Andrés Soler y los samples que DJ Softkiller realiza del clásico de K7 “Come Baby, Come”. La canción es una celebración certera del espacio que ha construido el rapero en la tarima, pero también un homenaje a la banda que lo ha empezado a acompañar en vivo, pues ellos han sabido orientar su flujo poético y orientarlo hacia una dirección melódica sobresaliente. En estos tiempos de incertidumbre, lo mejor es contar con la música de nuestros creadores para sobrellevar el encierro y no hay nada más efectivo que la receta que TSH Sudaca ha preparado dentro de su Hábitat. Escuchen aquí “Himno Hábitat” y no paren de bailar dentro de sus cuatro paredes.
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