Sara Acero nació en Bogotá, pero vive en Cali desde 2012. Es en la Sucursal del Cielo que esta cantautora ha hecho una carrera musical importante. Desde hace algún tiempo ha estado vinculada a la movida musical de la capital del Valle, participando en bandas que van desde el funk al punk y haciéndose un nombre como parte de Cirkus Funk, con quien tocó en Rock al Parque y de la que ya no hace parte. Su relación con artistas de la ciudad le ha permitido viajar a varias ciudades del país, pero es como estrella solista que brilla con luz propia, alcanzando un rango vocal fascinante y potente que contrasta con una feminidad poderosa y propia, un diferencial que ha explotado con inteligencia en su nueva aventura como cantautora. El año pasado tuvimos el tremendo placer de verla en el Hermoso Ruido y de conocer sus primeros sencillos “T.E.E.M” y “Aurora” y ahora, en tiempos de cuarentena, llega con un segundo corte en el que explora varios géneros y posibilidades.
“A la mar” tiene una cadencia soul en el delivery vocal, que se complementa con programaciones digitales y un sample de palmas continúas que crea una base rítmica minimalista, sobre la que Acero puede demostrar toda la fuerza de su voz. Sin embargo, la encontramos más contenida y firme en su manejo interpretativo, evitando la explosión en grito que presenta la fórmula típica, más bien planteando un juego de vaivenes calmos que recuerdan las olas del mar al que le está cantando. Hacia el final de la canción, se dejan de lado las programaciones electrónicas para darle paso a una guitarra gitana con la que Acero danza en la noche profunda antes de integrar todos los elementos en un clímax dinámico y enérgico. “La canción nace en España, en Palma de Mallorca, una isla en la que estuve la mayoría del tiempo de la gira por Europa. Estuve súper cerca al mar y fue mi inspiración más cercana. Es una canción que tiene muchos signos naturales”, explica Acero. “El que predomina es el agua porque para mí es muy importante y en todas mis canciones es un elemento vital y esencial. Siempre de alguna forma, en algún sonido o en alguna palabra algo del agua existe. Quería que la canción fuera más alegre en su musicalidad y quería que tuviera las dos culturas: España y Colombia. Es una fusión muy latina, pero que indudable se le siente España en las palmas y en la interpretación de la guitarra de los dos chicos”.
Líricamente la canción retrata una ruptura amorosa en el pecho de una mujer que, como protagonista del sencillo, busca sanar la herida abierta del desamor frente al mar. “Es una canción que habla de un amor que le rompió el corazón, entonces ella lo que está haciendo es encontrando en estos símbolos ─las estrellas, el mar, la noche─ la fuerza para seguir, para que la ayuden a salir de eso o que le devuelvan su corazón. Ella perdió su corazón y lo quiere encontrar en el mar”, explica Acero. La canción estrenó a principios de marzo y hacia finales del mismo mes presentó un video lyric grabado de manera recursiva, pues la cuarentena nacional ya estaba implementada. “El video lyric fue muy divertido porque, aparte de que participaron amigos muy queridos, son personas que admiro mucho y chévere que esta cuarentena nos ponga a alumbrarnos el bombillito y a ser recursivos, a ser creativos y mirar que con lo que tenemos podemos hacer cosas muy bonitas”, dice la cantante. Sobre un chat de WhatsApp, sus amigos “corean” cada uno de los versos de la canción. Con “A la mar” Sara Acero demuestra por qué es una de las nuevas voces claves del Valle: curiosa, inventiva, dinámica y con una energía positiva que es tangible en cada una de sus canciones. Escuchen aquí “A la mar”, hasta que podamos volver a reunirnos en la playa.
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