A sus 23 años, el productor mexicano Mauricio Ylizaliturri ha desarrollado un sonido único y característico en el que incorpora una inteligente fusión de percusiones y elementos propios del house como base de su propuesta. Su temprana formación como percusionista lo llevó a generar música muy influenciada por el groove. Sus sets contienen diferentes elementos de percusión en vivo, dando forma a un nuevo sabor dentro su selección musical. Esto le ha permitido construir una identidad única en el amplio circuito de la electrónica mexicana y un live set enérgico y vital.
Después de presentar una serie de exitosos sencillos, Liturri presenta su primer EP como productor, Break a Leg, a través del sello colombiano Candy Flip. El mexicano construye su propuesta inspirado en la dramaturgia para concebir la pista de baile como una suerte de teatro en el que podemos convertirnos en quienes siempre hemos soñado ser. Es un carnaval nocturno que se extenderá toda la noche y hasta el amanecer. Con un marcado y pesado groove y sintetizadores ácidos, Liturri construye un escenario perfecto para erigirse en el narrador omnisciente de una historia llena de giros y sorpresas. “Break a Leg”, desea la mejor de las suertes para el artista, iniciando una función enérgica con líneas de bajo ascendentes y voces envolventes que nos guían al desenlace. Por otro lado, “Curtain Fall”, se refiere al fastuoso gran final, recogiendo los elementos que constituyeron esta historia: una delicada fusión de texturas, sintetizadores, percusiones y voces que genera un EP emocionante y en transformación constante.
Con Break a Leg Liturri se atreve a proponer un concepto que simboliza un interés por llevar los ritmos de la pista de baile a un lugar inquietante. No conforme con crear melodías poderosas, el productor mexicano le apuesta a una identidad sólida que le permite trascender de los espacios de consumo del género para construir una propuesta de valor única. Llevando la creatividad compositiva al campo del concepto sonoro, el productor mexicano trasciende la noción de la música electrónica como entretenimiento y se inscribe en el contexto de lo artístico. Se levanta el telón: bienvenidos.
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