Juanita Molano presenta "Existencia", el cuarto sencillo de su álbum debut Caos De La Percepción Propia. Esta canción celebra la gratitud por aquello que nos reconforta, nos tranquiliza y nos impide ahogarnos en la compleja monotonía de los días. En ese sentido, Molano construye un relato sobre lo que anímicamente la hace vibrar a través de la percepción de sus sentidos, por lo que "Existencia" se configura como una canción que gira sobre el cuerpo que percibe: el calor, los besos, la tersura de una piel que nos reconforta en el momento más agreste y complejo. "Existencia" funciona como una carta de amor a esos frágiles instantes en los que la vida se manifiesta a través de las fisuras de nuestros muros, mostrándonos que, si bajamos la guardia, también puede entrar el sol a la contundente fortaleza que hemos erigido para protegernos de los demás.
"Existencia" fue el último tema en ser escrito de Caos de la percepción propia y se configura como el poema más cálido de un disco que no tiene necesariamente esta atmósfera. Las guitarras que se entretejen con el piano inicial del corte pronostican un corte de delicada sensibilidad y eterna gratitud para el bien amado, literal o figurado, que le da un sentido a la sucesión de horas y días. Por ello, la voz de Molano se empapa de ternura y miel para susurrarle a quien ama toda las cosas maravillosas que le ha ofrendado a su existencia, que se refleja también en el regalo concreto que es el otro cuerpo que nos observa y nos cuida.
El álbum Caos de la percepción propia" fue producido y mezclado por el músico, productor y compositor Julián Meneses (Biselad, Julián Meneses Duarte). Este álbum gira en torno al desamor propio y explora dinámicas auto-destructivas que rozan lo romántico, revelando un constante anhelo por encontrar un espacio seguro dentro de uno mismo. Por ello, cada una de las portadas que se han presentado para darle la bienvenida a cada sencillo enseñan la piel de sus modelos, en este caso la propia Molano, fungiendo como metáfora de la honestidad con la que se escribieron las canciones: a veces con sangre, sudor y lágrimas y, otras, con los cabellos, besos y abrazos que aparecen en una almohada tibia cuando dormimos junto a la persona que nos hace agradecer el estar vivos, existir.
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