120dB Bogotá es y siempre será el lugar de las bandas nacionales emergentes. Por ello, con cada nueva confirmación e hito de los artistas alternativos locales sentimos que hemos aportado, aunque sea mínimamente, a que las canciones colombianas lleguen más lejos. Hoy amanecimos orgullosos de encontrar el nombre de tantos amigos y conocidos en el cartel del festival privado más importante de nuestro país. Al lado de nombres claves de la música contemporánea como A$AP Rocky, leyendas del panteón del rock como Nile Rodgers & Chic y celebridades como Machine Gun Kelly, la cuota de músicos colombianos se sabe diversa, intrépida y denota las formas de los nuevos sonidos que se están gestando en nuestras ciudades. Aquí la cuota colombiana. Sin referirnos a J Balvin, Diamante Eléctrico, Crudo Means Raw, Ela Minus Juan Pablo Vega y El Binomio de Oro, a quienes probablemente ya conocen.
Mala Bengala
El sonido de Mala Bengala es una exploración de la nostalgia contemporánea por los sonidos de la década de los 80 y los 90. Esta aventura liderada por Daniel Montes nació en 2016 cuando la banda a la que pertenecía, Planes, se disolviera. Con sus anteriores proyectos el músico colombiano ya ha participado en el Rock al Parque, el Estéreo Picnic y el SXSW en Austin, Texas, destino soñado del indie mundial. Mala Bengala es la concreción de una serie de intereses que le dan a su estética un sonido onírico y ensoñador en el que colinda el synth pop, el new wave, el space rock y elementos depurados de rock progresivo. Entre sintetizadores análogos, Mala Bengala crea un mundo propio en el que se permite soñar entre finas capas de sonido que les han permitido presentar dos EPs, los dos lados de Tanta ficción, presentados respectivamente en 2017 y 2018. Desde 2020, el proyecto ha venido adelantando tranquilamente lanzamientos que les han permitido hacerse un nombre en el under capitalino y empezar a proyectar un nuevo lanzamiento discográfico que esperamos esté listo antes de su presentación en Briceño. Mala Bengala apuesta por la calidad antes que por la cantidad y ha sido una movida fructífera que nos ha legado música de primer nivel y de carácter único.
Margarita siempre viva
Desde el norte del Valle de Aburrá, Margarita siempre viva está redefiniendo la música en Colombia un lanzamiento a la vez. Este quinteto paisa se ha convertido en la revelación del indie criollo al crear un producto inesperado que, más allá de sorprendernos a todos por la riqueza poética de sus composiciones y la elegancia interpretativa de su música, ha logrado un ascenso constante, motivados siempre por la necesidad de crear canciones entrañables y conmovedoras, dándole un giro estético a cada nuevo producto que presentan. Con una fuerza emocional que interpela los sentimientos más puros y extremos del alma humana, la música de los antioqueños se ha convertido en un imprescindible de la música alternativa colombiana. En cinco años de carrera, Margarita siempre viva se ha establecido como una de las bandas favoritas del circuito indie nacional y ha reiterado la presencia antioqueña en el panorama colombiano, convirtiéndose en uno de los mejores actos en vivo de la movida independiente. Los paisas han sembrado con flores frágiles nuestros corazones y no pareciera que quisieran parar pronto. Esta será su segunda presentación en este festival.
Pavlo
Para este joven de Medellín quizás componer en inglés sirvió en un primer momento para acercarse al sonido digital y brillante de la década de los ochenta, un período dorado para el pop mundial en que todo parecía ser una obra de arte, desde Madonna consagrándose como ícono de la era dorada de MTV a creadores más alternativos (e interesantes) como Modern English o The Human League. Con un sonido marcadamente retro y un delicado delivery, Pavlo se consagró como una promesa del pop nacional, creando uno de los productos de este género más interesantes de la larga producción colombiana. Too Young to Know era un EP sincero, lleno de imágenes sofisticadas y conmovedoras y con una producción sobrecogedora por lo prolija y armoniosa. Durante el 2020, sin embargo, Pavlo viró hacia el castellano y presentó, hacia final de año, su segundo EP Prisionero, un producto redondo y moderno en el que se consagraba como compositor y cantante. Pavlo es uno de los rostros más visibles del nuevo pop paisa y su álbum de 2021, El eterno retorno, solo ratifica que está encontrando un sonido propio en el que se siente pleno y cómodo. Será un espectáculo lleno de energía y sensibilidad pop.
Paula Pera y el fin de los tiempos
Cada vez más las mujeres colombianas están definiendo las formas de la música contemporánea. No por llenar una cuota de género, sino porque es importante que la sensibilidad femenina (si es que esto tiene alguna posibilidad de ser definido) debe existir en medio de las voces de un discurso independiente, plural, incluyente y que se revitaliza año a año. Paula Pera y el fin de los tiempos es una de esas voces que necesitábamos oír, principalmente porque su líder, Paula Pedraza (Stallone), necesitaba decir estas reflexiones que le llegaron en medio de un retiro introspectivo. Durante el 2019, Pedraza estuvo alejada de la ciudad y de su proyecto con Stallone para trabajar seis meses en un crucero. Allí, en medio de olas y turistas, la música colombiana pudo empezar a dar forma a una serie de canciones que nos han ido llegando desde 2020 y que ya se han convertido en parte de la banda sonora del indie nacional. Así, su proyecto junto a Pablo Escallón empezó a tomar forma y, en 2020, los pudimos ver a través de la transmisión digital de Hermoso Ruido, demostrando que este festival de hecho sí sirve como tarima para llegar al Picnic. Este año participó en el álbum de Esteman, en uno de los cortes más interesantes de un disco que quizás y no encontró al bogotano en su más rico momento creativo.
Piel Camaleón
La calidez del sonido de Piel Camaleón se ha convertido en un diferencial de marca para una de las agrupaciones jóvenes más interesantes del país. En 2017 la banda debutó con Astropófago en el que, aunque no habían logrado a plenitud la construcción de su identidad sonora, demostraban su habilidad para componer canciones pegadizas, emocionantes y dinámicas que los puso en el radar y terminó consolidando al proyecto para fechas importantes como el Hermoso Ruido y el Día del Rock. El año pasado la banda liderada por Daniel Moreno presentó un disco de sonidos pop cálidos y una inteligencia interpretativa honesta y emocionante. Con una inteligencia sin par para escribir estribillos y coros emocionantemente pop, la banda está preparada para una nueva etapa que los llevará a la concreción de una base de fans no solo en Bogotá, sino en el resto del país y el continente. Evidencia de ello es su reciente gira nacional, que se ha convertido en un éxito verdadero y una demostración de que aún podemos aventurarnos lejos de las ciudades principales. Piel Camaleón vive para hacerle honor a su nombre y se transforma para mimetizarse en el paisaje sonoro, sin embargo, es oportuno al hacer notar su presencia en el momento oportuno, dejándonos en el rostro una sonrisita deliciosa.
Teatro Unión
Desde que apareció en el radar Teatro Unión, las expectativas son altas. Con su primer lanzamiento discográfico Clase B de 2017, la banda centrada en Bogotá se ha hecho un nombre importante en el circuito under y en los círculos que celebran la música helada y oscura. Con visos de art punk, noise, new wave, post punk y una fuerza hipnótica en los teclados y sintetizadores lejanos, la banda es una apuesta única, potente y explosiva. Después de este primer lanzamiento la banda ha estado componiendo nuevas canciones para su nueva producción, VISIONES, que esperamos llegue antes de su presentación del Picnic 2022. En 2019 la banda se estuvo presentando con los íconos del post punk ruso Motorama, en un concierto íntimo, pero dinámico que demostró su poderío escénico. Es la chispa de oscuridad y vacío que requerimos, un ápice de las tinieblas y el hastío existencial que nos sobrecoge en el mejor de los sentidos.
Urdaneta
En 2016 un quinteto formado por músicos bogotanos influenciados por la movida alternativa en Londres y Nueva York presentó desde su sede capitalina un EP titulado Siglo XXI. Este primer lanzamiento de Urdaneta, proyecto liderado por Antonio José Rico Urdaneta, llegaba después de que la banda hubiera empezado a hacer ruido por SoundCloud, plataforma de streaming cargada de ricas propuestas sónicas que se han convertido en oro en polvo para los escuchas más exigentes del globo. Fue con Azul parcial (en sus dos partes) que el músico bogotano empezó a hacerse un nombre en el under bogotano, presentándose en venues pequeños y generando un interés en torno a sus letras y producciones. Este año conocimos Heterodoxia, segundo álbum del proyecto ahora dúo, en el que Urdaneta se sabe mucho más capaz y toma más riesgos en su producción. En esta nueva oleada de música, Urdaneta lleva la temática de su música a lo más interno, casi universal de la experiencia humana. Son composiciones sofisticadamente retro, con programaciones en los sintetizadores a la manera de la ola de finales de los setenta y principio de los ochenta menos conocidos. Es un pop new wave con visos de techno pop construido sobre una melodía emocionante con voces minimalistas y homenajes a Moroder que reinventan la propuesta de valor de Urdaneta. Como siempre, la producción es de primera línea y las letras presentan una temática relevante y precisa que demuestra que cada vez más hay mejores letristas en Colombia.
W.Y.K.
El espíritu del jam se manifiesta de manera superlativa en el sonido de WYK, una de las bandas centrales de la movida bogotana en cuyos pentagramas se entretejen la interpretación libre del jazz, la fuerza del groove funkero, la elegancia lírica y por fuera de la barra del hip hop experimental además de una plétora de discursos estéticos que no es necesario definir y que suman a una propuesta de valor única en el contexto capitalino. Su en vivo es uno de los más potentes de los circuitos de Chapinero y bares de programación alternativa, lo que ha hecho que sus presentaciones sean una parada obligatoria para los entendidos o para quienes empiezan a navegar el oscuro océano de la música independiente. Doble Uyecá, su álbum debut, contó con el apoyo de sus fans a través de un crowdfunding para llevar a cabo el sueño de grabarlo en los estudios legendarios de Audiovisión junto a músicos insignes de la escena. A los cuatro de siempre (Pedro Ocampo, Alejandro Tapia, Nicolás Gámez y Oto Duarte) se les sumaron para la grabación Nicolás Mejía (Los Niños Telepáticos, Neck Talese, Conjuro Epiléptico y SCUM) en la guitarra, Sergio Martínez en la percusión, Rafael García en el saxo y Juan Pablo Arias en la segunda batería; además del rapero bogotano El Kalvo, que prestó su voz a uno de los temas. El resultado es sobrecogedor: del folclor llanero a la interpretación libre de los versos del poeta Pedro Calderón de la Barca y el monólogo de su acongojado Segismundo se suma una música extraña, elástica, peligrosa, sorprendente y cautivador. Trágate tu triple adjetivo, Gabo.
Comments