Fundada en 2015 por músicos bogotanos, este proyecto de shoegaze y dream pop ha logrado dar forma a una de las bandas más interesantes de la nueva ola de artistas nacionales. En abril de 2018 presentó E:// 98, su primer EP, un documento fascinante de cómo las nuevas tendencias globales pueden influenciar un sonido que, sin embargo, posee una nostálgica reminiscencia de una infancia en la que aún estudiábamos con libros y la información no era tan inmediata. En la era de Internet, Encarta 98 prefiere lo análogo, aunque beba de la estética de tendencias contemporáneas que pululan en foros y canales de YouTube. Quizás en esta ambivalencia es que está el secreto de por qué este trabajo es tan emocionante y resuena con tanta fuerza dentro nuestro a pesar de que los sonidos de los que bebe llevan ya décadas conmoviéndonos. Cada lanzamiento es una declaración de principios DIY, por una estética lo-fi que nos hermana a público y artistas con la belleza instrumental de cada una de sus composiciones.
Ahora, la banda más descorazonada de Bogotá regresa con el último sencillo de su álbum debut que saldrá más adelante este año, “Ciudad de los mil”. La voz de Ivanna Palacio se ha vuelto uno de los colores más reconocibles de las sombras capitalinas, pues también regenta siempre perdida y Cruel Cruel. Este corte encuentra a la banda rindiéndose en espiral descendente a un infierno melancólico en el que el trabajo de platillos de Sebastián Portilla emociona y conmueve sobre las guitarras cíclicas y un bajo sopesado y lóbrego. En los detalles de la mezcla destacan nuevos elementos que le dan un brillo emocionante y heroico a la congoja de la banda, jugando con programaciones de vientos en un corte largo que se acerca al límite de los cinco minutos. En él, la banda explora nuevas sonoridades que suman a su propuesta de valor, anudando nuevos referentes a su sonido melancólico.
El lanzamiento viene acompañado de un audiovisual realizado por Laura Claveles, quien ha trabajado extensamente el circuito de bandas tristes bogotanas, y nos encierra en la soledad mutuamente compartida de los integrantes de la banda conforme intentan palear los fantasmas de los ausentes. Como siempre, es una canción que esconde una espina dolorosa, una ansiedad de la que no podemos desprendernos a pesar de cuán profundo hurguemos en nuestra piel desnuda. Ya lo decía Louise Glück: “I know myself; I’ve learned to hear like a psychiatrist./ When I speak passionately,/that’s when I’m least to be trusted”. Quizás sea hora de rendirnos al silencio. “Ciudad de los mil” es una composición que recoge los frutos de más de un año de trabajo desde que la banda bogotana empezó a dar adelantos con “Diciembre”. Es bonito saber que, en la enciclopedia de la tristeza, Encarta 98 tiene varias entradas y definiciones. Algunas más extensas, otras más sintéticas y aforísticas, pero siempre escuchan. Siempre.
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