Diana Burco llegó para montar una revolución musical con altura, talento y respeto por la tradición. La joven bumanguesa presentó en 2018 Diana Burco, su primera placa solista que le mereció una nominación al Grammy Latino en la categoría de Mejor Álbum de Cumbia/Vallenato. Sin embargo, su carrera lleva mucho tiempo forjándose entre acordes, desde su primera infancia en la que interpretó el violín y el piano hasta su enamoramiento irremediable con el acordeón y la música tradicional colombiana. De la mano del instrumento de fuelles llegó a recorrer el país y conocer de cerca cómo se crea la cumbia, el vallenato, el porro y la música de tambores de Palenque. En 2019, Diana Burco participó en One Beat Colombia, programa cultural organizado por U.S Embassy para promover el intercambio multicultural y el trabajo social a través de la música. También representó a Colombia en el Ethno Sweden 2019, campamento internacional de músicas folclóricas y tradicionales que se realizó en Suecia y fue una de las artistas escogidas para participar en los showcases del Mercado de las Artes Performativas del Atlántico Sur (MAPAS) en la isla de Tenerife, España. Acompañada de su acordeón, la compositora e intérprete enarboló con orgullo la bandera tricolor, demostrando que hay un lugar importante para la mujer dentro del vallenato y de la cumbia, que hay una sensibilidad para la creación de canciones que enriquece los discursos que se ha convertido en una suerte de música urbana con fuelles en tiempos recientes.
Ahora, la cantautora colombiana regresa con “Alta marea”, un sencillo en el que abandona momentáneamente el acordeón para dar rienda suelta a la sensibilidad de su voz sobre un piano calmo y un tambor. La composición es un homenaje a su amor por el mar, que va de un lado a otro con sus olas de espuma y sal. La canción es una reflexión sobre el amor y la mutabilidad de los sentimientos humanos en medio de las relaciones, reconociendo que la naturaleza humana es capaz de cambiar de parecer, de moverse hacia otras costas como el vaivén de la marea. Así mismo, revindicando la agencia de la mujer, “Alta marea” señala actitudes cobardes dentro del discurso del machismo endémico en Latinoamérica. La voz poética se personifica en la figura de la ola, que cambia de parecer con el viento de las circunstancias, para abandonar la costa en la que momentáneamente anida para buscar otras playas y otros soles.
“Alta marea” fue grabada en bloque mientras la banda de Burco interpretaba una melodía sencilla de manera libre, permitiendo que la voz de la santandereana se elevara hacia nuevas dimensiones, llegando más lejos que nunca, aunque su arrullo es calmo como una serenata de olas en una noche tropical tranquila. “Quería llevar al oyente hacia el océano con mi mano”, explica en el comunicado de prensa que acompaña el lanzamiento. “Llegar a la parte más profunda y regresar sanos y salvos de manera conjunta. Aunque al final podamos habernos perdido debido a nuestros propios miedos. Vivimos en una era confusa, es un momento en el que nos sentimos perdidos, pareciera que solo podremos salvarnos si permanecemos unidos”. “Alta marea” es una composición delicada que pone a prueba las habilidades como cantante de Burco, permitiéndole salir airosa luego de cuatro minutos y medio de susurros delicados y bellísimos. Con cada nuevo lanzamiento, Diana Burco se configura como una figura central en la nueva línea de compositoras del país, una fuerza necesaria en la reconfiguración de nuestros objetos de admiración. Escúchenla aquí.
Escucha "Alta marea" de Diana Burco en nuestra playlist "Luna y montaña: voces femeninas"
Escucha "Alta marea" de Diana Burco en nuestra playlist "Cuarenta canciones para quedarse en casa"
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