Cómo se desarrollaron las ilustraciones del Festival Estéreo Picnic 2025
- Ignacio Mayorga Alzate
- 25 mar
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 26 mar

Sumergirse en el vibrante universo de Ana María Lozano, artista gráfica colombiana, implica un viaje hacia la nostalgia de la infancia, un mundo colorido en el que los objetos cotidianos se transformas desde una mirada lúdica para resignificarse en el plano de la fantasía. Graduada de la Pontificia Universidad Javeriana con énfasis en gráfica y plástica, Lozano ha dedicado años a explorar la ilustración vectorial y las diversas posibilidades de las publicaciones independientes y auto gestionadas. A través de sus obsesiones, sus imágenes fusionan elementos de diversas disciplinas, alcanzando un delicado equilibrio entre la estética visual y la elegancia minimalista. Por ello, tiene sentido que este año la bogotana fuera la encargada de desarrollar la colorida identidad visual del Estéreo Picnic 2025.
La relación de Lozano en la creación de las imágenes del Estéreo Picnic 2025 comienza en 2023, cuando su nombre apareció en una lista de posibles artistas para desarrollar la imagen del festival, luego del exitoso ejercicio de convocar a Angélica Liv en 2022 para desarrollar la imagen. Sin embargo, en ese momento, la artista prefería no presentar una propuesta apresurada. "Estaba llevada con mucho trabajo y no podía entregar los bocetos, pues preferí no mandar algo no tan bueno y que me sacaran del radar. No quise mandar algo porque sí", comenta Lozano, quien entonces decidió dar un paso hacia atrás. Esta decisión fue clave para que, en 2024, cuando fue nuevamente contactada por Siegenthaler&Co, agencia encargada de la identidad del festival, pudiera aceptar la convocatoria con más tiempo y claridad, desarrollando una propuesta visual auténtica. "Acepté de una, teniendo mucho más tiempo para la producción visual", explica.
El proceso creativo para esta edición comenzó en mayo de 2024 con el desarrollo de bocetos y la búsqueda de la conexión entre los valores del festival y la propia visión artística de Lozano, mancomunadamente con Siegenthaler&Co. "Me hablaron en abril y comencé a hacer los artes en mayo. En mayo, junio y julio nos la pasamos desarrollando el concepto, la idea, algunos bocetos. Todavía no había un concepto claro por parte de ellos, pero yo tenía la idea de hacer ilustraciones de la ciudad y, específicamente, del Simón Bolívar", explica. Esta libertad creativa le permitió sumergirse en el concepto de un festival que no sólo atrae a los amantes de la música, sino que, en su contexto urbano, representa el latido de una ciudad activa y vibrante luego de mudarse a su nueva sede en el parque metropolitano.

El reto estaba en crear imágenes que, además de ser atractivas, pudieran conectar con el público local. Mientras Lozano imaginaba un mundo mágico y onírico, los organizadores querían aterrizar las imágenes para que fueran más accesibles y democráticas. Este intercambio de ideas fue esencial para encontrar el equilibrio perfecto entre la magia de su visión y la necesidad de que las imágenes fueran comprensibles y cercanas a los asistentes del festival.
A lo largo del proceso, Lozano decidió tomar como punto de partida el propio Simón Bolívar, donde se realiza el festival, y explorar los elementos naturales y arquitectónicos del lugar. "Tuve en cuenta fauna y flora del parque, realizando una investigación sobre qué animales y plantas hay allá, además de la arquitectura, tanto los lugares en los que se disponen los escenarios como la arquitectura efímera específica del festival", señala. En su trabajo, la naturaleza y la arquitectura del parque se fusionan, creando una atmósfera única que se extiende más allá de la imagen del lugar, convirtiéndolo en una experiencia sensorial para los asistentes.
Lozano también utilizó la figura del parque como un espacio simbólico, como un lugar de encuentro y transformación, tal como lo es el Estéreo Picnic para sus miles de asistentes. "El parque de los niños fue una inspiración muy grande", comenta. Es en este espacio donde los recuerdos de la infancia y las experiencias colectivas del festival se cruzan, dando lugar a una obra visual que evoca nostalgia y esperanza a la vez. La artista recuerda cómo un momento específico, en una edición pasada del festival, la inspiró profundamente: "Recordé un momento en una edición anterior en la que me quedé cerca de media hora viendo el lago, justo en el momento en que explotaron los fuegos artificiales. Estar ahí, estar en el momento y esa magia de lo cotidiano, de lo bello que es observar y vivir, fue una inspiración". Es esa capacidad de capturar lo efímero lo que hace que su propuesta gráfica resuene tan fuertemente con los asistentes del festival.

Lozano reconoce la importancia personal de ser parte de este proyecto que, más allá de la visibilidad que le ha brindado, tiene un profundo significado en su vida. "Es muy increíble para mi vida porque me veo a mí misma muy chiquita asistiendo con mis amigas, sin imaginar que algún día mis artes serían parte del festival y a esta escala enorme llena de artistas internacionales y locales", reflexiona. Para ella, este trabajo no sólo es un logro profesional, sino también un cierre de ciclo, un momento que conecta su historia personal con el festival que fue parte de su vida desde hace más de diez años.
El concepto detrás de la imagen del Estéreo Picnic 2025, basado en el eslogan "Así se siente estar vivos" desarrolado por Siegenthaler&Co, también es una invitación a la reflexión. Lozano comenta sobre el proceso detrás de la máxima: "Fue el proceso contrario, pues primero se define el eslogan y de allí parten las ilustraciones. Este concepto refleja la necesidad de estar más conscientes de nuestro entorno, de soltar las pantallas y vivir el presente". Las imágenes creadas por Lozano, con sus colores vibrantes y sus capas que invitan al espectador a sumergirse en ellas, no sólo representan un festival, sino una invitación a vivir intensamente el momento, recordando que la verdadera magia está en lo tangible y lo efímero, en el presente compartido.

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