En 2018 nació la idea de Aforo Total, un colectivo de bandas, empresarios y establecimientos que le apuesta a la cultura. Partiendo del concepto sencillo de reunir en una misma sombrilla a una familia musical, el colectivo ha presentado en lo corrido de su corta historia más de una treintena de conciertos, revolucionando la movida local al presentar en tarima actos contundentes, creando relaciones sinceras entre el público y una generación de artistas alternativos que están ávidos por compartir sus canciones con una audiencia atenta, crítica y exigente, aquella que no se deja meter los dedos en la boca y paga un ingreso para ver a un DJ pinchar los mismos temas del Billboard latino de la última década. Así, de la mano de una serie de colaboradores en la prensa, el gremio de los bares y restaurantes independientes, se ha podido llevar a cabo variedad amplia de espectáculos que siempre han resultado favorables. En 2019 estos esfuerzos solo se han intensificado.
Si el año pasado se presentaron más de 170 músicos en tarima en algunos de los espacios más significativos de la movida musical bogotana, este nuevo ciclo empezó por lo alto con un febrero cargado de música para todos los gustos, en la que la única seña particular de cada uno de los actos es su excelencia interpretativa, la pasión con la que hacen vibrar nuestros corazones. Fue un mes contundente que presentó en algunas de las nuevas locaciones y venues tradicionales de la ciudad a algunos de los actos más potentes del circuito, desde N. Hardem hasta Delfina Dib, de Vilamarea en uno de sus últimos conciertos en la ciudad hasta la poderosísima Lianna. Retomando actividades después del Estéreo Picnic, Aforo Total presentó una fecha íntima y explosiva en el Chamán con Palo e’ Corozo y Niño Pueblo y ahora se tomará de nuevo las tarimas de Armando Records para presentar una fecha imprescindible para los amantes del underground bogotano: una presentación de tres de las bandas bogotanas que más sobresalieron en la pasada edición del festival Estéreo Picnic. Arrabalero, Nicolás y los fumadores y The Kitsch harán las delicias de una noche en la que el valor de la independencia será el protagonista de una velada cargada de música.
El Estéreo Picnic en su décima edición supo reconocer el valor de varios de los proyectos claves de las nuevas músicas colombianas y le dio un lugar protagónico a agrupaciones que, desde la independencia, han luchado contra viento y marea para dar forma al nuevo paisaje sonoro del país, uno que no se resigna a la predominancia de los mal llamados actos urbanos y que continua construyendo sobre los cimientos del rock and roll para narrar la ciudad y la experiencia capitalina desde múltiples perspectiva. En ese sentido, los tres actos que protagonizarán el concierto de la noche del jueves 2 de mayo, se ocuparon de abrir tres de las tarimas esenciales del pasado festival y lograron convocar un número de escuchas significativo al que no le importó las condiciones climáticas ni las dificultades de movilidad en una ciudad enorme y caótica como Bogotá para llegar a bailar, desconectarse o darse en la mula con estas bandas esenciales. The Kitsch, siempre irreverente y sagaz, igual y supo denunciar las inequidades presentes al juzgar nuestros productos nacionales (un problema siempre presente en nuestra industria, todo hay que decirlo) y comerse la tarima principal con una descarga de punk y garage que desnudó a los miembros de la banda y a los asistentes de todo tipo de prefiguración mental sobre lo que implica un acto de calidad musical. Por su lado, Nicolás y los fumadores demostró el valor de la ironía al pensar una ciudad gris y monótona con sus sonidos influenciados por Mac DeMarco y la posibilidad de narrar la subjetividad del millennial capitalino para dar cuenta del aturdimiento y la soledad del sujeto en medio de transmilenios, taxis abusadores y un corazón roto remendado con humo de tabaco. Fue un momento clave del rock nacional. Para finalizar, Arrabalero hizo de nuevo de las suyas con un set elegante y de primera calidad en el que la experiencia juvenil es tan explosiva como introspectiva, denotando todas esas conversaciones internas que se materializan en gritos y silencios por igual en medio de una cabeza reflexiva y consciente. Fue un momento hermoso y experiencial que llevó a los presentes a conectar con lo más íntimo de sus afectos y sus temores, una instantánea difícil de olvidar en los tiempos de Instagram y la rápida devaluación del contenido noticioso.
Ahora, las tres bandas capitalinas vuelven al ruedo con un show cargado de vital energía rockera, un concierto imperdible que dará cuenta de los nuevos sonidos de esta urbe cada vez más amplia y menos civilizada. Bailen con los sonidos cavernícolas de The Kitsch, ríanse de ustedes mismos con las baladas tristes de Nicolás y los fumadores y mírense desde adentro y con los ojos cerrados con el hechizo dinámico de Arrabalero. Nos vemos en Armando Records este 2 de mayo para una noche inolvidable.
