Oh’laville es una banda que se toma en serio. Por eso es que cada nueva entrega de la banda resulta en un deleite estético; ya sea por la fina factura de cada una de sus nuevas composiciones musicales o por el inquietante clip que acompaña a dichos lanzamientos. Tal es el hechizo que emana el nuevo audiovisual de “Magia negra”, el primer sencillo de su nuevo álbum. Con una emocionante campaña de expectativa llena de signos y acertijos, la banda bogotana presentó ayer el oscuro video.
Grabado en los estudios de Audiovisión, de la mano de Samir Marun, el video encuentra a la banda bogotana inmersa en un ritual no sacro frente al cuerpo de una mujer negra. Más que a la tradición de las brujas de los ritos paganos europeos, el clip parece querer ir más lejos en el folclor de la hechicería para llegar al continente primigenio, África, y al lugar en que los tambores buscaban, a través de su exaltado repiquetear, conectarse con espíritus y ancestros. Estas tradiciones, a través de la trata negrera europea, llegarían a nuestras tierras a través de Cuba, Brasil o Puerto Rico. Oh’laville entra en un trance extático frente a la hermosa hechicera a través de la música que interpreta para luego, una vez finalizado el ritual, dejar a la bruja desfallecer entre familiares y objetos mágicos.
“Magia negra” presenta la evolución musical de uno de los proyectos más inquietos del panorama musical colombiano, un grupo de amigos dedicado a pulir las texturas de su arte con el fin de alcanzar la perfección. El corte es ciertamente más oscuro que sus anteriores producciones, parece apuntar a una nueva dirección en la atmósfera musical de la banda, la cual ya empezaba a intuirse con el lanzamiento del EP Un desfile de esqueletos, pero que solo develaremos a plenitud conforme recibamos su nuevo álbum. Por lo pronto, sin embargo, parece claro que la banda, como los magos expertos, entiende que la única forma de seguir creciendo es a través de la disciplina exhaustiva. Como los orantes de Shangó, los integrantes de Oh’laville parecen poder escuchar más allá de lo que los oídos mortales permiten. Y su música es mejor por eso.